quarta-feira, 29 de dezembro de 2010

segunda-feira, 6 de dezembro de 2010

quarta-feira, 1 de dezembro de 2010

92.ª Abdennur Prado «De la imposibilidad de al-Andalus» scriψit, no-Abdennur Prado, de-29.11.2010 / 1431

Durante el tiempo de su redacción, este texto llevó por título ‘la utopía andalusí’, pero al finalizarlo se había transformado. Lo no-posible ocupa el no-lugar, por una mera estrategia defensiva, pero también por una razón averroísta. Aquí solo daré cuenta de la defensiva: la unión de las palabras ‘andalusí’ y ‘utopía’ hace temer la repetición de los tópicos sobre las maravillas de la España musulmana, como modelo de convivencia pacífica de tres religiones, llamadas de forma muy extraña ‘tres culturas’. Pero esta no es nuestra intención.

En otra ocasión nos hemos pronunciado contra el mito de al-Andalus, no sólo porque es históricamente apócrifo, sino porque responde a unos condicionamientos políticos ajenos a los nuestros. Por supuesto, el rechazo del mito no tiene porque llevarnos a una posición reaccionaria muy de moda, consistente en la denigración de al-Andalus.

No cabe duda de que al-Andalus es un periodo extraordinario de la historia de la humanidad, que es al mismo tiempo historia de Europa e historia del Magreb, historia de Oriente y de Occidente, historia de la ciencia y de la filosofía, historia del islam, del judaísmo y del cristianismo. Pocas dudas hay sobre el hecho de que al-Andalus constituye el periodo de mayor esplendor cultural de la historia de la Península Ibérica, cuya influencia en el desarrollo de la civilización occidental fue determinante.

Bajo la superfície de las aguas

Al-Andalus como imposibilidad

Los arabistas se pelean por definir al-Andalus, por acotarlo, territorializarlo, fecharlo, limitarlo. Y sin embargo todos los intentos acaban en fracaso o, más bien, tan solo logran demostrar la propia imposibilidad de al-Andalus. ¿Qué quiere decir esto? En primer lugar, que al-Andalus no fue posible. Ninguna prueba más elocuente que su propia desaparición, por lo menos en un sentido histórico-político. En segundo lugar, que los conceptos de la historiografía tradicional, tales como el territorio, el linaje, la lengua, la religión o la etnia no nos sirven para acotar lo andalusí, ni para explicar al-Andalus como un fenómeno único en la historia. Casi diríamos: como una anomalía. Si la palabra utopía significa, etimológicamente, “ningún lugar”, ninguna palabra es más apropiada para hablar de al-Andalus.

1.1. Imposibilidad de fechar

La primera forma en que los arabistas tratan de dominar al-Andalus es ponerle fechas, darle un principio y un final precisos. Se dice que al-Andalus se inicia en el año 711, fecha de una fantasmagórica conquista islámica de la Península Ibérica. Y se sitúa su final en el año 1492, fecha de la toma de Granada.

Esta datación es tranquilizadora, pretende acotar la presencia de al-Andalus en nuestra historia, fijarla en el pasado. Reduce al-Andalus a un fenómeno político y por tanto pasajero, delimitado por una guerra de conquista y finalizado de un modo lógico por una re-conquista. Como si al-Andalus fuera un paréntesis de nuestra historia, un fenómeno extranjero fraguado por las armas y que las armas se encargaron de remediar, con un poco de retraso, para que todo volviera a ser como debía. Como si todo lo que hubiese sucedido en la Península durante este tiempo no tuviese demasiado que ver con nosotros, y perteneciese a la historia del Magreb o del Lejano Oriente, a una parte de la historia que no nos corresponde. Contra el mito castizo de la reconquista ya se ha dicho todo, no vale la pena siquiera pararse a refutarlo. El tema que nos ocupa es otro: ¿podemos hablar de la existencia de al-Andalus a partir del año 711, o de la existencia de una cultura andalusí el año 712? ¿Eran los habitantes de la Península conscientes de ser andalusíes en el siglo VIII? La respuesta es: obviamente no.

Frente a esta visión, parece claro que Al-Andalus no surge por generación espontánea, sino como el resultado de un lento proceso. Richard W. Bulliet, en su estudio sobre el proceso de islamización de la Península, llega a la conclusión de que al final del siglo VIII solo el 10 % de la población se había islamizado. Al final del siglo IX la cifra llega apenas al 20%. Al margen de lo acertado o no de estos porcentajes, parece aceptado que los habitantes de la Península no se despertaron un día como musulmanes, y que no hubo ninguna conversión en masa ni forzada. ¿Qué quiere decir esto? Que en realidad al-Andalus es un proceso, una civilización que va emergiendo en un tiempo histórico determinado, y no algo que podamos considerar como establecido por una hipotética invasión. Tal vez los datos de este estudio estén desfasados, pero ponen en evidencia que el surgimiento de la cultura andalusí fue lento, un proceso que puede calificarse como una eclosión de la conciencia, la capacidad de un pueblo de fundir en una síntesis superior elementos muy heterogéneos, para situarse en la vanguardia del desarrollo cultural y humanístico de la humanidad en su momento.

Igual que lo andalusí no empieza el año 711, tampoco es aceptable decir que al-Andalus termina el año 1492, después de la toma de Granada. Si esto fuera así, nos veríamos abocados a decir que un ciudadano de Granada era andalusí hasta el día de la conquista de la ciudad, pero no al día siguiente. Si lo andalusí es una cultura, esto no es en absoluto sostenible. Decir que al-Andalus termina el año 1492 significa negar su condición de andalusíes a los mudéjares y a los moriscos, a todas las víctimas del casticismo y de la intolerancia religiosa que se cernió sobre España desde el siglo XVI hasta hace muy, muy poco.

Esta obsesión de los eruditos por poner fechas precisas a los procesos culturales denota su incapacidad de comprenderlos. Sin duda las fechas son importantes para la construcción de una narrativa histórica, pero no pueden sustituir la vivencia real de las personas, ni la complejidad de los procesos, en los cuales se da una síntesis de elementos que esa misma narrativa presenta como enfrentados. Las fechas son hitos escogidos según la visión de la historia que trata de venderse, y sobre esta elección de fechas-clave se desarrolla de modo armónico esa narrativa. Pero esta narrativa no puede considerarse como totalizadora, so pena de resultar incongruente. En el caso de al-Andalus, las fechas 711-1492 corresponden a una visión inventada a posteriori por la historiografía casticista y mantenida como mito fundacional de España por el nacional-catolicismo.

Debemos por ello rechazar las fechas, rechazar la idea de que una civilización pueda ser delimitada, o como si una idea-fuerza tuviese un principio y un final precisos. Al-Andalus no empieza el año 711 sino que va emergiendo en los siglos posteriores, y no termina el año 1492, sino que lo andalusí se da dentro y fuera de la Península y se prolonga mucho más allá incluso de la expulsión de los moriscos el año 1609. Al-Andalus perdura como lo impensado de “España” hasta el presente, la fuerza reprimida que alienta todas nuestras creaciones.

Detalle interior Al-Hambra

1.2. La imposible territorialización

Del mismo modo, debemos rechazar la idea que equipara lo andalusí con la España musulmana, como si al-Andalus hubiese sido únicamente las zonas que, entre el 711 y el 1492, hubiesen estado bajo dominio político musulmán. Esta territorialización política de lo andalusí es aún más problemática que su datación. Esto es lógico, si tenemos en cuenta que la cultura andalusí se desarrolló en un tiempo en el cual los territorios cambiaban de mano constantemente, siendo gobernados ahora por monarcas musulmanes o cristianos. ¿Acaso el cambio de gobierno significa un cambio cultural de un día para otro?

La cultura andalusí fue determinante en zonas bajo dominio cristiano. Este no es el lugar para desarrollarlo, pero pienso que Alfonso X es el prototipo de monarca cristiano andalusí. Y con ello no pretendemos decir que fuera simpatizante de los musulmanes o de lo islámico, sino que pertenecía plenamente a la cultura andalusí. De hecho, si Alfonso X ha pasado a la historia es como el transmisor por excelencia de parte del legado andalusí a la lengua castellana, con exclusión de lo explícitamente islámico, por supuesto. Como ponen en evidencia historiadores de la talla de Francisco Márquez Villanueva, sus referentes principales a la hora de gobernar eran los de la cultura andalusí.

Pero también podemos mencionar a los moriscos, como representantes agónicos de la cultura andalusí, mucho más allá de cualquier pervivencia de un poder político en manos de supuestos musulmanes.


1.3. Lo inapropiado del límite religioso

Sostenemos lo inapropiado que resulta reducir lo andalusí a lo islámico. Aunque el islam fue su elemento vertebrador y posibilitador, la cultura andalusí era compartida por nemerosos judíos, musulmanes y cristianos. De hecho, en determinados textos de la época se diferencia entre lo confesionalmente islámico y lo andalusí.

Como ejemplo: en una crónica del siglo XIII, ibn Sa’îd narra sus peripecias por al-Andalus. En un momento del viaje, describe un encuentro con los autóctonos y escribe: “éstas son las noblezas y las precauciones de los andalusíes”. Se trata de un musulmán asentado el pueblo cordobés de Alcalá la Real, pero él mismo no se considera andalusí, y mira a los andalusíes como pertenecientes a una cultura diferente.

Si encontramos musulmanes que viven en la Península que no se consideran andalusíes, también encontramos no musulmanes que se autodenominan como andalusíes. Un caso paradigmático es el del Moisés Maimónides, un sabio judío consciente de ser andalusí, expulsado de su al-Andalus natal por los musulmanes almohades, quienes no eran andalusíes (aunque algunos de sus dirigentes acabasen siendo asimilados por la cultura superior). El año 1148 Rabí Isaac tuvo que dejar Córdoba con su familia, incluido su hijo Moisés, ante el avance almohade. Se refugió en Granada y luego en Almería, de donde la familia partió para el exilio en Fez, el año 1160. Ese mismo año Maimónides escribió su ‘Epístola sobre la conversión forzosa’, que se inicia con la frase: “Dice así Maimónides, el andalusí…”. Y todavía el año 1194, 35 años después de su exilio, escribe en su carta de Marsella: “Moisés hijo de rabí Isaac, el andalusí…”. En numerosas obras muestra su aprecio de la cultura andalusí, con expresiones del tipo “allá en mi al-Andalus…” (Los tres exilios de Maimónides, de Miguel Cruz Hernández).

Este no es un caso aislado: la cultura judía andalusí es todavía recordada como uno de los hitos del desarrollo intelectual del judaísmo. Teniendo en cuenta esto, resulta lamentable que Jacobo Israel Garzón, siendo presidente de la Federación de Comunidades Judías Españolas, afirmase hace poco que “El mito de Al Andalus es un mito de dominio. No así el mito de Sefarad, que es el mito de una existencia cultural”, tratando de establecer una frontera ideológica y sectaria entre al-Andalus y Sefarad, cuando se trata de dos nombres para el mismo territorio. La diferencia es que al-Andalus abarca la cultura compartida por musulmanes, judíos y cristianos, mientras que Sefarad se refiere únicamente a los judíos.

Si miramos los árboles genealógicos de los diferentes reinos españoles, nos encontramos con caudillos cristianos que se casan con mujeres musulmanas, con nobles musulmanes que se casan con cristianas, con cristianos y musulmanes que combaten conjuntamente contra cristianos y musulmanes, con reyes cristianos que tienen gobernadores musulmanes, con caudillos cristianos que tienen hijos musulmanes.


Estatua de Íñigo Arista de Pamplona (c.781–852) en la Plaza de Oriente de Madrid. Esculpida por José Oñate entre 1750 y 1753


Quiero poner un ejemplo elocuente, relacionado con los reyes de Pamplona, y el origen del reino de Navarra (un reino que los mapas oficiales sitúan siempre en tierra cristiana, fuera de las fronteras del al-Andalus político). Nos situamos en una época tan temprana como el siglo VIII, donde encontramos a un jefe vascón llamado Íñigo Jiménez, casado con una tal Oneka, progenitores de Íñigo Arista. A la muerte de Íñigo Jiménez, Oneka se casa con un noble musulmán, Musa ibn Fortún, señor de Tudela, perteneciente a una familia de conversos al islam. Gracias al apoyo de éste, Íñigo Arista se convierte en el primer rey de Pamplona. A la muerte de su padrastro Musa ibn Fortún, Íñigo Arista hereda un poderoso reino, parte del cual había estado hasta entonces bajo gobierno musulmán. No hay batallas, sino transacciones matrimoniales, no sabemos hasta que punto batallas de amor o simples componendas. Teniendo en cuenta el origen de su reino, y el hecho de que su padrastro fuese musulmán, no es de extrañar que durante el reinado de Íñigo Arista el gobernador de Pamplona, la capital del reino, sea un musulmán, Mutarrif ibn Musa. Este fue asesinado en el 799 por los carolingios, años después sucede la famosa batalla de Roncesvalles, donde los vascones rechazan al ejército de Carlomagno. Es decir: los cristianos y los musulmanes que convivían en un amplio territorio se alían para hacerse fuertes frente a los invasores francos.

Todo lo cual viene a mostrar que las separaciones estrictas entre cristianos y musulmanes como dos fuerzas hegemónicas y unitarias que luchan entre sí constituye una mitología fabricada por historiadores nacionalistas de siglos posteriores, y condensada en el “mito de la reconquista”, que presenta a los cristianos como “españoles” y a los musulmanes como “extranjeros”, y eso a pesar de que la inmensa mayoría de los musulmanes eran conversos oriundos del lugar, y de que España de facto no existía. Sé que al decir esto no estoy descubriendo nada nuevo, pero vale la pena recordarlo en estos momentos, en los cuales asistimos a una corriente que recupera el etnicismo, la territorialización y la división de las personas según su religión. Esta mentalidad arcaica es patente en historiadores como García de Cortazar o Ricardo de la Cierva o en pseudo-historiadores como César Vidal o Serafín Fanjul.

No todo lo islámico de la época peninsular puede llamarse andalusí, y en cambio existen muchos elementos judíos y cristianos que son plenamente andalusíes. Es más: es de sobras conocido el rechazo de los andalusíes a las invasiones almohades (los cuales posteriormente se asimilarían en gran medida a lo andalusí).

En su libro Sobre la desaparición de al-Andalus, Felipe Maíllo escribe: “El ideal de los andalusíes habría sido, según Lomax, un estado andalusí independiente que pudiese poner freno a la conquista cristiana sin necesidad de sufrir la dominación norteafricana.” Y, añade: “la masa de la población, claramente antibereber, prefería mantener vidas y haciendas sometidas al poder cristiano en un régimen de mudejarismo, si bien bajo la dirección de alguno de sus notables”.

Resulta curioso que nuestros arabistas actuales opinen que al-Andalus solo son aquellas partes de la Península bajo gobierno musulmán, mientras que los propios andalusíes prefirieron estar bajo dominio cristiano que no bajo el dominio de extranjeros, aún siendo estos musulmanes. Para un musulmán español del siglo XXI la elección no deja lugar a dudas: un prefiere vivir bajo el gobierno de los nuestros, por mucho que en ocasiones nos deprima, que no bajo el gobierno de un tirano venido del Magreb. Pero algo tan lógico y simple de entender parece no entrar en la cabeza de numerosos arabistas.Una vez más, nuestros arabistas piensan en términos étnicos y sectarios, que no eran siempre los predominantes en la época estudiada.

1.4. Lo inapropiado del límite lingüístico

Tampoco puede decirse que lo andalusí corresponda a la cultura árabe peninsular, y lo mozárabe corresponda a lo cristiano. Estas dualidades son propias de una mentalidad arcaica, que vincula lengua, etnia y religión. Ya hemos visto que Maimónides se calificaba como andalusí en algunos de sus escritos en hebreo.

Además, existe toda una literatura realizada por cristianos andalusíes, los llamados mozárabes, o arabizados. En su estudio sobre las relaciones entre la literatura romance y la influencia árabe, Ramón Menéndez Pidal habla de “Cantos románicos andalusíes”, y pone en duda el calificativo de mozárabes dadas a las canciones escritas en romance. Para Menéndez Pidal el hecho de estar escritas en romance no es contradictorio con ser andalusíes: “estas canciones de las jarchas son mozárabes sin duda, pero también son musulmanas y judías” (España, eslabón entre la cristiandad y el islam, ed. Espasa-Calpe 1956, p.107).

El Estandarte de Colls (siglo XI- XII), conservado en el Museo Arqueológico Provincial de Huesca


María Jesús Viguera Molins escribe: “La arabización alcanzada por los cristianos andalusíes les definió tanto, desde la óptica exterior también cristiana, pero claro está que situados ya en el Norte cristiano, que allí les llamaron «arabizados» (mustacrib: «mozárabe»), palabra documentada por escrito desde el siglo XI en León. La arabización de los cristianos de al-Andalus llegó a dar origen a una más que incipiente literatura cristiana andalusí vertida al árabe.” (Lengua árabe y lenguas románicas en al-Andalus).

En este punto debe decirse que la arabización no implica necesariamente que abandonaran las lenguas locales. Aunque este es un tema bastante discutido, parece que los musulmanes de la Península fueron mayoritariamente bilingües. Menéndez Pidal nos muestra como Abderrahmán III y sus cortesanos conocían la lengua romance, en pleno siglo X, e incluso que “había entre los musulmanes muy altos personajes que no sabían hablar árabe y sólo se expresaban en lengua aljamiada o romance” (R. Menéndez Pidal: Orígenes del español, Espasa Calpe. pag. 418).

Si encontramos personajes que sólo hablan romance en la corte omeya, centro del poder político, con más razón podemos pensar que esto sucediera al norte de la Península, en un territorio dónde el control omeya fue muy débil, y con una fuerte importancia política de los muladíes. Hablando de la situación lingüística al reino de Aragón en el siglo IX, José María Lacarra afirma que no existía ninguna frontera lingüística entre musulmanes y cristianos, y que la lengua árabe era patrimonio de unas minorías cultas, tanto cristianas como musulmanas o judías (Acerca de las fronteras en el Valle del Ebro, siglos VIII-XII).

1.5 Conclusión

Todo esto nos lleva a una conclusión: lo inapropiado de una explicación de al-Andalus que parta de la equiparación de categorías tales como el territorio, la religión y el poder político, como si estuviesen necesariamente unidas entre sí. Por el contrario, la cultura andalusí se desarrolla en numerosas ocasiones al margen e incluso en confrontación con dichos conceptos. Se puede ser judío bajo dominio cristiano y ser andalusí. Incluso se puede seguir siendo andalusí viviendo en el exilio, a cientos de kilómetros de la Península Ibérica. Y se puede ser musulmán en la Península Ibérica del Medioevo sin ser andalusí. Pero esto es algo que desasosiega profundamente a los historiadores-legajistas, quienes se esfuerzan por acotar al-Andalus a sus propios ídolos mentales, en vez de tratar de comprender lo andalusí al margen de las categorías establecidas desde una historia del poder.


91.ª Santiago Macias «O Islão em Portugal» scriψit, no-Avenida de Salúquia, 34, de-29.11.2010/1431

O Islão em Portugal foi o título do workshop que hoje teve lugar, em Lisboa, numa iniciativa conjunta da Fundação Gulbenkian e do British Council. De que se tratava? Muito simplesmente, de dar opiniões e de apresentar perspectivas, numa dimensão ao mesmo tempo histórica e contemporânea, sobre o tema em debate. Éramos 24, sob a moderação de António Vitorino. Havia jornalistas (Margarida Santos Lopes, autora de notáveis trabalhos no Público), antropólogos (José Mapril e Maria Cardeira da Silva), escritores (Luís Carmelo e Adalberto Alves), religiosos (sheik David Munir), historiadores (António Dias Farinha e Cláudio Torres) etc.

.

A diversidade de perspectivas foi interessante, ainda que um tanto dispersa, o que é natural, tendo em conta as diferentes proveniências e origens científicas e culturais. Centrei a minha intervenção (cada participante dispunha de cerca de 3 minutos para apresentar uma ideia chave) em torno da necessidade de enfatizar a componente económica da intervenção cultural. Ou seja, não creio que faça muito sentido que as operações de empresas portuguesas no Magrebe não seja acompanhada de esforços mecenáticos e de uma ofensiva diplomática no terreno cultural. A difusão da língua, as traduções, o intercâmbio de estudantes, os trabalhos de campo e as publicações científicas e/ou de divulgação deveriam estar numa primeira linha de preocupações. A tradição em Portugal nestes domínios é debilíssima. Justamente por isso está na hora de inverter a tendência. E de tentar acompanhar o passo de outros. Que trabalham melhor que nós.

.

No final da sessão António Vitorino apresentou algumas conclusões, necessariamente provisórias e uma vez que esta sessão foi um início e não um fim. Centrou a intervenção em torno de quatro ideias (informação/conhecimento/agentes do conhecimento/existência ou não de uma questão islâmica). Ficou, em pano de fundo, a ideia de segurança interna. Não era esse o enfoque que eu estaria à espera, à partida. O Cláudio riu-se da minha naïveté. Acho que teve razão para se rir.

.

.



O texto poderia ser acompanhado de uma qualquer imagem de património. A mesquita de Mértola? Porque não? A Porta da Vila, em Faro? Talvez sim... Ainda assim, preferi escolher esta fotografia de um grande autor iraniano, Abbas Attar (n. 1944). Porquê? Porque sim.

quinta-feira, 25 de março de 2010

87.ª «Oš-Šōgoš hiṣṭóricoš da-l-mă(=e)dīnä l-gă(=ue)dīmä, intīgä, de-’Ṭrábološ», in-O-Nōvo Desjþerṭār, n.º 12609, 24.03.2010/1431, p. 12

·······················

·········`·········

·······················

~

" al-mâdar : http://www.alfajraljadeed.com/ebook/12609.pdf , consultāḋo m-24.03[Março/ar-Rabīħ].2010 / 10.04[Rabīħ al-thānī].1431 . Mensāgem modificāḋä m-25.03[Março/ar-Rabīħ].2010 / 10.04[Rabīħ al-thānī].1431 .

quarta-feira, 24 de março de 2010

86.ª Ĕṭrábološ d’oŭtŏrōrä, intīgä: ŏ-al-Maħrḍe Internacĭōnāl de-’Ṭrábološ, in-O-Nōvo Desjþerṭār, n.º 12609, 24.03.2010/1431, p. 12

·······················

·········`·········

·······················


معرض طرابلس الدّوليّ

ŏ-al-Maħre Internacĭōnāl de-’rábološ

Feira Internacional de Trípolis

~

" al-mâdar : http://www.alfajraljadeed.com/ebook/12609.pdf , consultāḋo m-24.03[Março/ar-Rabīħ].2010 / 10.04[Rabīħ al-thānī].1431 . Mensāgem modificāḋä m-25.03[Março/ar-Rabīħ].2010 / 10.04[Rabīħ al-thānī].1431 .

85.ª «Portugal precisa “de quem puxe pelo país”, diz Sócrates em Marrocos», in-Público, 23.03.2010/1431

·······················

·········`·········

·······················

23.03.2010 - 22:18

,

A visita de três dias ao Magrebe, disse Sócrates, visa “dar um sinal claro de que o país precisa de quem puxe pelo país, pela internacionalização da sua economia e de quem puxe pelas suas exportações”.

,

A declaração, sem direito a perguntas dos jornalistas, foi feita hoje, no final do encontro com o primeiro ministro marroquino Abbas El Fassi.

O primeiro-ministro português não respondeu depois às perguntas dos jornalistas sobre a proposta do PSD, que quer ouvir José Sócrates na comissão de inquérito à actuação do Governo na compra da TVI, abandonando o palácio do Governo marroquino.

Na declaração, Sócrates fez o balanço da reunião com o homólogo marroquino, referindo que “Portugal tem uma relação política muito especial com todos os países do Magrebe, e em particular com Marrocos”.

“Temos uma relação política excelente, sem nenhum problema, mas temos também uma relação económica que dá aos dois países especial responsabilidade”, afirmou.

José Sócrates adiantou que a reunião de trabalho com Abbas El Fassi permitiu adiantar a agenda da próxima cimeira Luso-Marroquina, que decorre em Marrocos em Junho.

José Sócrates terminou hoje em Marrocos uma visita ao Norte de África que o levou também, desde domingo, à Líbia, Argélia e Tunísia, numa deslocação que visa reforçar os laços económicos entre Portugal e o Magrebe.

“O que fiz foi cumprir o meu dever, de quem tem responsabilidades de conduzir uma política económica, que deve apostar nas exportações, na internacionalização da nossa economia, apoiar as nossas empresas que estão a lutar pelas exportações em todos estes mercados”, afirmou o primeiro-ministro português.

Na zona do Magrebe, Marrocos é o mercado que mais compra produtos portugueses. Em 2009, Portugal exportou para o mercado marroquino um total de 197,8 milhões de euros, importando 52,6 milhões.

Por seu lado, o primeiro-ministro marroquino destacou o encontro como uma ocasião para discutir as relações entre Marrocos e Portugal e as relações entre Marrocos e a União Europeia.

“Agradeci a Portugal e ao Governo português o apoio quando a União Europeia nos deu na atribuição do Estatuto Avançado” em 2008, que permite a Marrocos integrar-se gradualmente nas políticas europeias e aprofundar os acordos de comércio livre.

O comércio entre Portugal e Marrocos baseia-se sobretudo, pelo lado das importações, nas máquinas e aparelhos, minerais e minérios e produtos de madeira e cortiça. Do lado das exportações, Portugal vende para o mercado marroquino, sobretudo, metais, máquinas e aparelhos, madeira e cortiça, minerais e minérios e matérias têxteis.

~

" al-mâdar : http://publico.pt/Política/portugal-precisa-de-quem-puxe-pelo-pais-diz-socrates-em-marrocos_1429085 , consultāḋo m-24.03[Março/ar-Rabīħ].2010 / 09.04[Rabīħ al-thānī].1431 . Mensāgem modificāḋä m-24.03[Março/ar-Rabīħ].2010 / 09.04[Rabīħ al-thānī].1431 .

84.ª Máriĭŏ Soāreš «Os Objectivos do Milénio» scriψit, no-D.N. de-23.03.2010/1431

·······················

·········`·········

·······················

o tempo e a memória

Os Objectivos do Milénio

por MARIO SOARES Ontem [23 Março 2010]

,

1Várias vezes alertei, nesta coluna, sobre a incapacidade da ONU para pôr em marcha, os chamados Objectivos do Milénio, não obstante terem sido aprovados, salvo erro, por todos os chefes de Estado e de Governo presentes na Assembleia Geral das Nações Unidas, que decorreu em Nova Iorque, em Setembro de 2000. Passaram dez anos. Muito pouco se conseguiu. E, no entanto, a previsão era que os Objectivos do Milénio fossem cumpridos até 2015. Faltam, portanto, cinco anos.

Talvez por isso - apesar da crise global que afecta todos os continentes e do terrorismo islâmico, que está longe de ter sido vencido - o actual secretário-geral da ONU, Ban Ki-moon, acaba de lançar um oportuno apelo para que na sessão de Setembro próximo se reflicta sobre como keeping the promise (manter a promessa).

Na verdade, a campanha em favor da marginalização das Nações Unidas, tentada por George Bush - e pelo sectarismo hegemónico dos seus apoiantes -, foi abandonada, sensatamente, desde que Barack Obama foi eleito Presidente dos Estado Unidos. Daí que o actual secretário-geral das Nações Unidas tenha regressado - bem e muito oportunamente - aos Objectivos do Milénio, para que sejam cumpridos até 2015.

Em Abril próximo será publicado um relatório de Ban Ki-moon (acompanhado de um apêndice estatístico) para que em Setembro possa vir a ser feita uma avaliação aprofundada das lacunas identificadas em matéria de cooperação internacional.

O secretário-geral da ONU entende que temos hoje "os conhecimentos e os recursos necessários destinados a reduzir substancialmente a pobreza, a fome, a doença, a mortalidade materno- infantil e outros males, até 2015". E vai mais longe. Afirma (cito): "Ficar além dos Objectivos seria um fracasso inaceitável, no plano moral e prático." E acrescenta com extrema lucidez, quanto a mim: "Se fracassarmos a resolução dos perigos do mundo - a instabilidade, a violência, as doenças epidémicas, a degradação ambiental, o crescimento populacional descontrolado -, agravar-se-ão todos." Perigosamente.

No apelo lançado, Ban Ki-moon diz que houve alguns progressos, embora desiguais e lentos. No entanto, afirma que a ausência de maiores progressos deve-se "não ao facto de os Objectivos do Milénio serem inatingíveis ou à falta de tempo, mas sim à circunstância de os compromissos assumidos não estarem a ser respeitados e à falta de recursos suficientes, de motivação e de responsabilização. Isto significa que não têm sido assegurados os financiamentos, serviços, apoio técnico e parcerias necessários. Devido a estas deficiências, a melhoria de vida dos pobres tem sido inaceitavelmente lenta, enquanto alguns melhoramentos, duramente conquistados, estão a ser erodidos pelas crises alimentar e económica".

Com extremo bom senso, o secretário-geral das Nações Unidas sublinha: "Embora o crescimento económico seja necessário, não é suficiente para que se registem progressos. O processo de crescimento tem de ser inclusivo e equitativo, de modo a maximizar a redução da pobreza e o avanço em direcção à realização dos Objectivos do Milénio". A última frase é essencial, em tempo de crise: o crescimento tem de ser inclusivo e equitativo, ou seja: o contrário do crescimento do capitalismo de casino neoliberal. O que muitos não querem compreender, sobretudo uma parte da América e da União Europeia.

E acrescenta: "Os países necessitam de políticas macroeconómicas, voltadas para o futuro, para apoiar um crescimento estável e amplo, devendo, por exemplo, adoptar políticas de investimento público e promover a protecção social universal". Excelente apelo o do actual secretário-geral da ONU! Assim os líderes dos Estados e dos partidos o compreendam e sigam…

2A União Europeia está em risco de vir a desagregar-se. É realmente um perigo sério se os líderes europeus não quiserem compreender que a União Europeia, paralisada como está, e sem uma visão de futuro global - isto é: concertada entre todos os Estados que a compõem -, tem de mudar para poder vencer a crise. Crise que afecta não só a Grécia, a Irlanda, a Espanha, a Itália ou Portugal, mas também o eixo franco--alemão, que não vai bem, arriscando-se, como disse o Presidente Van Rompuy: "A não salvar o seu modelo social, de que tanto se orgulha, como a perder o lugar que legitimamente aspira na cena internacional."

É verdade. A crise atinge todos, embora uns mais do que outros. O euro começa a ser atacado pelos especuladores internacionais, o que é grave, e não só para a Zona Euro, mas para a União Europeia no seu conjunto e para o projecto europeu, que, se não continuar a desenvolver-se - e está há bastantes anos sem progredir, apesar da ratificação do Tratado de Lisboa -, tende, necessariamente, a desarticular-se.

Dir-se-á que certas posições negativas tomadas recentemente pela chanceler alemã, Merkel, contra a Grécia, em especial - e pelos seus apaniguados "liberais" da actual coligação -, têm mais a ver com as próximas eleições regionais alemãs, marcadas para Maio, do que com o futuro da União Europeia. Talvez… Mas aceitar que se diga que a Grécia "podia vender algumas das suas muitas ilhas para, com esse capital, resolver a situação de aperto financeiro em que se encontra não é de todo aceitável porque atinge princípios-base da União: o respeito pelos Estados membros, a unidade, a solidariedade e a igualdade entre todos. Sem esses princípios-base, a União não faz sentido.

A criação de um fundo europeu para valer aos Estados em crise - ou melhor ainda: de um governo económico europeu - é uma medida útil a curto prazo. Mas para a União Europeia se desenvolver a sério não chega. É necessário que a União se assuma como uma entidade política sólida, e isso passa pela política: por um governo político único, ou seja: pela criação, como pensavam os Pais Fundadores, de uma Europa Federal, os Estados Unidos da Europa.

A verdade é que nas principais famílias políticas europeias - os socialistas, os democratas-cristãos, os liberais e mesmo os verdes - ninguém quer pensar nisso, porque implicaria modificações estruturais sérias. Os actuais líderes preferem que tudo fique na mesma, por falta de visão a médio ou a longo prazo. Ora isso não é possível, como aqui tenho escrito, repetidamente. A crise global só será vencida com uma mudança de paradigma de desenvolvimento. Mudança que exige, necessariamente, novas políticas estruturais. Se não as adoptarmos, a União entra em decadência inexorável, ultrapassada pelos grandes colossos emergentes. Os europeus estão a ganhar, paulatinamente, essa consciência. Muitas vezes, em política, as necessidades obrigam. A crise pode ser, se houver uma reflexão aprofundada, uma oportunidade que obrigue à mudança.

3E Portugal? Portugal, repito, não vai bem. Os partidos e alguns sindicatos denunciam uma visão imediatista, de curto prazo. Parecem recusar-se - todos - a reflectir sobre o futuro. O que lhes interessa é o imediato: os da oposição, atirar o Governo abaixo - ou, pelo menos, o primeiro-ministro -, ainda que não tenham alternativa à vista e que, entre si, não se entendam; o do Governo, manter o statu quo, sem visão de futuro, o que também é pouco.

Para já, discute-se o PEC: um programa feito em linhas muito gerais - e à pressa - ferido por uma contradição de base. Ou seja: a necessidade de diminuir o défice em 3%, até 2014, como manda, mal, como se verá, o Banco Central Europeu (o que depende da evolução da União Europeia, como acima referi); e a necessidade social de reduzir o desemprego, a pobreza, as desigualdades sociais, para além da exigência da dignificação do trabalho e de menos despesismo do Estado.

É possível superar esta contradição? Oxalá fosse. Mas há lacunas graves: a omissão quanto aos responsáveis da crise e a impunidade em que continuam os que, entre nós, a provocaram; um projecto de privatizações (Correios, REN, TAP, etc.) que não têm razão de ser e só podem aproveitar aos ricos, nacionais e estrangeiros; os ordenados chorudos dos gestores de empresas públicas e de bancos, que receberam dinheiros públicos para se manter; entre outras. Em suma: a estabilidade é difícil e o crescimento também.

O pior seria acrescentar a uma crise global importada e difícil de vencer uma crise política artificial e sem saída. Alguém quer eleições a curto prazo? Para ser, como o bom senso e as sondagens indicam, penalizado?

Chamar o primeiro-ministro a uma Comissão Parlamentar de Inquérito também não faz sentido. As perguntas são conhecidas e as respostas também: foram feitas e ditas, várias vezes. Trata-se de um diálogo de surdos, que só servirá para desprestigiar a instituição primeiro-ministro, não a pessoa, como as sondagens demonstram. Não serve sequer àqueles que o querem substituir…

Entretanto, o primeiro-ministro, que é um pragmático, não pára. Aí está a visitar o Magrebe - Líbia, Tunísia, Argélia, Marrocos - para desenvolver as nossas exportações para o Norte de África, uma área tão decisivamente importante. Não é isso o que os economicistas pretendem? Terão alguém melhor, de momento, que o faça? Não creio.

~

" al-mâdar : http://dn.sapo.pt/inicio/opiniao/interior.aspx?content_id=1525713 , consultāḋo m-24.03[Março/ar-Rabīħ].2010 / 09.04[Rabīħ al-thānī].1431 . Mensāgem modificāḋä m-24.03[Março/ar-Rabīħ].2010 / 09.04[Rabīħ al-thānī].1431 .

83.ª «Sócrates abre portas no Magrebe», in-D.N., 23.03.2010/1431

·······················

·········`·········

·······················

visita oficial

Sócrates abre portas no Magrebe

Ontem [23 Março 2010]

,

,

Portugal e a Tunísia assinaram ontem um protocolo de cooperação na área das energias renováveis com o objectivo de expandir a presença industrial portuguesa no mercado tunisino.

No âmbito da visita oficial ao país, o primeiro-ministro José Sócrates disse à imprensa que "a prioridade é o desenvolvimento das relações económicas com a Tunísia e nos últimos anos as exportações [portuguesas] para a Tunísia aumentaram muito", acrescentando que o país do Norte de África se "transformou num mercado muito importante para Portugal".

O acordo no sector das energias alternativas, assinado hoje entre a Direcção-Geral de Energia e Geologia portuguesa e a sua homóloga tunisina, prevê a cooperação e a troca de experiências na área das energias renováveis, incluindo a elaboração de planos anuais. José Sócrates foi recebido pelo primeiro-ministro tunisino Mohamed Ghannouchi, com quem visitou a União Tunisiana da Indústria, Comércio e Artesanato onde foi assinado um outro acordo de cooperação que prevê transferências de tecnologia, parcerias tecnológicas e em investigação e desenvolvimento, entre outras áreas.

Na parte da manhã, o primeiro-ministro português tinha visitado a Argélia onde realçou a importância das relações geostratégicas com a Argélia, devido ao papel do país como grande fornecedor de gás à rede portuguesa. O país da zona do Magrebe fornece a Portugal cerca de 40% do gás natural.

José Sócrates cumpriu ontem o segundo de uma visita de três dias ao Magrebe, que incluiu já a Líbia e a Argélia. O chefe do Governo, que viaja acompanhado de uma comitiva de empresários portugueses, visita hoje Marrocos onde termina esta digressão.

~

" al-mâdar : http://dn.sapo.pt/inicio/portugal/interior.aspx?content_id=1525776 , consultāḋo m-24.03[Março/ar-Rabīħ].2010 / 09.04[Rabīħ al-thānī].1431 . Mensāgem modificāḋä m-24.03[Março/ar-Rabīħ].2010 / 09.04[Rabīħ al-thānī].1431 .